jueves, 28 de marzo de 2013

EL BULLYING Y LA FALACIA POST HOC

Leía con estupor la noticia de un medio de comunicación en el que hacían conocer que durante el 2012 en México, murieron al menos cinco mil menores por causas relacionadas con el bullying, de los cuales corresponderían 4,201 a varones y 989 a mujeres. Más penoso aún sabiendo, como lo dijera el secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales del Senado José María Martínez, que esta cifra podría ser mayor en vista que muchos padres niegan los casos.

La explicación principal esgrimida por algunas autoridades mexicanas estaría relacionada con la ciencia económica. Se argumenta que es la pobreza, medida por los ingresos monetarios insuficientes de las familias, la que estaría detrás de tal inefable cifra. El razonamiento no es del todo incoherente, pues, una familia con ingresos reducidos se constituye en fuente de insatisfacciones y de conflictos emocionales que fácilmente adsorbería a sus miembros, siendo los más vulnerables los menores de edad, haciendo de ellos potenciales bravucones escolares, todo dentro de un hogar disfuncional.

Tal afirmación no es correcta por que el mundo de la economía es tan complejo que no es posible mantener todo lo demás constante, lo que en lógica se llama la falacia Post hoc, ergo propter hoc, o lo que los economistas llamamos la falacia de la causalidad o simplemente la falacia Post hoc. Esta se presenta cuando creemos que por el solo hecho de observar un suceso como A antes que otro suceso como el B, deducimos solo por ese hecho - el observar primero A y luego B - que el suceso A es la causa del suceso B, o que B es consecuencia de A.

En el caso que nos ocupa no podríamos validar la direccionalidad de que la pobreza (suceso A) es la causa del bullying (suceso B), pues, bajo el razonamiento del Premio Nobel de Economía de 1970, el estadounidense Paul Samuelson, aunque tuviéramos 1,000 años de estadísticas no podríamos concluir que la pobreza es la causante del acoso escolar. Para explicárnosla, deberíamos mantener constante la condición del ingreso monetario y preguntarnos que otros factores más podrían explicar la alta tasa de mortalidad a causa del hostigamiento escolar, como por ejemplo, el uso de las redes sociales para denigrar e insultar o el nivel educacional de los padres, o quizás alguna explicación antropológica de las relaciones culturales.

Podría ser también válida la causalidad inversa, es decir, que la violencia (una expresión extendida del acoso o maltrato) es la causante de la pobreza, familias inmersas en ambientes hostiles tienen poca probabilidad de salir de la pobreza, pues se dificulta que sus miembros se eduquen, reduciendo de este modo sus oportunidades de desarrollo. En consecuencia, no deberíamos explicar una tragedia social de causalidad variada, prestándole atención mayoritariamente a la economía salarial, o como lo dirían los estadísticos, no confundir correlación con causalidad.

Para terminar de entender lo complejo del problema basta con conocer las razones  del suicidio de Tim Ribberink, un joven holandés de 20 años, rubio y de ojos azules, solía llevar un corte de cabello moderno y siempre con una sonrisa en su rostro, como para ocultar el calvario que vivía por dentro. Deseaba ser profesor de historia estudiando en una escuela politécnica, se preparaba para hacer sus prácticas en el extranjero, y se ayudaba económicamente trabajando en una heladería local, quien además llevaba una vida aparentemente tranquila al lado de sus padres, en un ambiente de total armonía familiar.

El 1 de Noviembre del 2012 no pudo más y se quitó la vida, sus padres desconocían las burlas y las vejaciones que tuvo que sufrir durante sus estudios de primaria y secundaria. Superando su dolor, como si eso fuese posible, y con el deseo de hacer saber al mundo el sufrimiento de su hijo, dieron a conocer su carta de despedida, Tim les escribió: “Queridos Papá y Mamá, durante toda mi vida me han acosado, se han burlado de mí y me han aislado. Ustedes son fantásticos. Espero que no se enfaden. Adiós, Tim”.

Creer que la fuente del acoso escolar o la humillación es principalmente económica es aceptar que la economía está sujeta a experimentos controlados como la química o la física, cosa por demás irracional, por lo que deberíamos conformarnos, quienes nos ocupamos de hablar y escribir sobre economía - a solicitud de Samuelson - de hacer lo mismo que hacen los astrónomos o meteorólogos en sus análisis, aunque parezca duro: solo observar y medir.

Publicado en el Diario La Prensa de Moquegua el 30/03/2013
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jueves, 14 de marzo de 2013

SUFICIENCIA DE CAPITAL

La conducta racional de un Banco es la de maximizar sus utilidades a través de políticas de manejo de liquidez, manejo de activos y pasivos y una adecuada suficiencia de capital que debe adoptar cada banco en relación a cuánto capital desea mantener con fines de prudencia y por exigencia del regulador del sector.

La suficiencia de capital, medida en su forma más simple como la diferencia entre lo que se tiene y lo que se debe es de vital importancia para un banco, en razón a que no existe otro sector de la actividad económica más vulnerable ante la confianza que el sector financiero. Una coyuntura desfavorable de pánico financiero no hace más que medir la suficiencia de capital de un banco, que en una primea instancia estuvo relacionada a la población a la que atendía, esta medida pudo haber sido la más adecuada en tiempos donde la globalización financiera o movimientos de capital eran escasos.

El siguiente paso en la adecuación de capital correspondió a su relación con los depósitos, en vista de la preocupación del intermediario bancario por los ahorros de sus clientes, que fue puesta de manifiesto en la crisis de la gran depresión de los años 30, ante la masiva quiebra de algunos bancos por insolvencia o insuficiencia de capital, como también por aquellos otros que a través de una adecuada gerencia pudieron capear la turbulencia financiera y económica de aquellos años.

Es ilustrativo lo narrado por John Kenneth Galbraith en su ya famosa obra “El Dinero”, en la que cuenta como un pequeño banco de la década de los 30 pudo salvarse de la crisis del capitalismo, cuando su gerencia dispuso atender con más ventanillas con las que habitualmente atendía, en circunstancias en las que se esperaba se hiciera lo contrario en vista de la larga cola que se disponía entrar al banco una vez abierta sus puertas, pues lo lógico era reducir el número de ventanillas de atención o en su defecto no abrir para evitar el retiro masivo de los depósitos, o un feriado bancario como se le llama hoy, pero la gerencia del banco dispuso abrir más ventanillas, ampliar el horario de atención hasta que se fuera el último de sus clientes, es decir, lo que trataban de hacer era infundir confianza a sus clientes para que regresaran más tarde después de las nuevas facilidades dadas en el servicio, y vaya que lo lograron, fue uno de los pocos bancos pequeños que sobrevivieron a la hecatombe financiera de aquella época.

Sin embargo, la garantía del capital sobre los depósitos fue mayor cuando se la asoció a los niveles de riesgo, que motivó el cálculo de los “coeficientes de apalancamiento”, que relacionan el capital con el volumen de los activos en riesgo. Es interesante juzgar el impacto de los niveles del apalancamiento en la rentabilidad esperada por los accionistas y su correspondiente riesgo, que puede visualizarse a través de la siguiente expresión:



Donde:

r    = Rentabilidad sobre el capital (ROE)
@ = Rentabilidad sobre los activos (ROA)
P  = Pasivo
C  = Capital
i    = Costos financiero del pasivo

Si la relación P/C fuera constante en el tiempo, la rentabilidad de los accionistas solo podría lograrse adicionando a la ROA el diferencial entre el costo financiero que representa un Nuevo Sol tomado en préstamo y el rendimiento obtenido por la inversión en activos de ese Nuevo Sol, es decir, en términos sencillos comprar barato para vender caro. Por otro lado, si mantuviéramos constante tanto el costo financiero y el rendimiento sobre los activos, por la consideración de que sus niveles están determinados por el mercado, los accionistas del banco solo podrían obtener mayor rentabilidad modificando hacia arriba su relación pasivo/ capital.

Es decir, los bancos podrían aumentar su rentabilidad haciendo que cada Nuevo Sol de capital soporte cada vez más Nuevos Soles de endeudamiento, bajo el supuesto de que exista un apalancamiento positivo, donde el diferencial entre el costo del dinero y la rentabilidad de su uso sea favorable. Por supuesto, bajo esta lógica los accionistas buscarán tener un capital reducido y apalancar su rentabilidad a través de mayores depósitos, cosa que no sería muy prudente para el regulador por la exposición al riesgo de insolvencia que implica esta política, de allí la razón de establecer estándares mínimos de capital. Para explicar mejor la relación pasivos-capital y el riesgo imaginemos por un momento las siguientes hojas de balance de dos bancos, El Banco A y el Banco B.


Observe que la relación pasivo-capital es menor en el Banco A (900/100) que en el Banco B (960/40), es decir, la rentabilidad para el accionista es mayor en el Banco B que en el Banco A. Supongamos ahora que por razones de un menor crecimiento de la economía, producto de la crisis financiera internacional, se tiene una cartera irrecuperable de S/.50, en este caso la nueva estructura de los bancos sería la siguiente.


En el caso del Banco A la pérdida reduce la cartera de créditos en S/.850 que es adsorbida por el capital que se reduce a S/.50. Sin embargo, esta misma pérdida hace del Banco B un Banco insolvente puesto que su capital se hace negativo, es decir, no tiene suficiente capital para hacer frente a sus depositantes aún si vendiese todos sus activos, esta situación producto de un exagerado apalancamiento inicial, es plausible de intervención por el organismo regulador si es que el Banco no incrementa su nivel de patrimonio. Esta es la razón por la que el negocio de intermediación financiera es muy importante para dejársela solo a los banqueros.

Publicado en la Revista Digital Estrategia & Finanzas de Caja Tacna en 07/2009
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LA TASA DE ENCAJE

El primer día del mes de septiembre se publicaron las circulares Nº 019-2009 y Nº 020-2009 del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) en las se dispone que están exoneradas de encaje los fondos de inversión provenientes del exterior especializadas en brindar recursos a las microfinanceras. Según el propio BCRP esta medida ayudará a reducir el costo del fondeo y en consecuencia las tasas de interés de los créditos de este segmento también deberían hacerlo.

Para entender la lógica del argumento preguntémonos, ¿Qué cosa es el encaje?, desde el ángulo de un Banco Central de Reserva (BCR) el encaje son las reservas, valga la redundancia, de activos líquidos que los intermediarios financieros deben mantener, por exigencia del mismo, con fines de regulación monetaria, es decir, de política monetaria. Por tanto, de los pasivos sujetos a encaje que un intermediario financiero reciba deberá mantenerse en reserva una proporción del mismo, tanto en moneda nacional como extranjera, sean estas en efectivo o como depósitos en sus cuentas que mantienen en el propio Banco Central, en este caso el BCR actuará como Banco para los intermediarios financieros.

Estas reservas sin embargo tienen un costo para el intermediario financiero, pues, recuérdese que son una fracción de los pasivos que reciben, que si todo fuera depósitos del público, sería la Tasa Pasiva Promedio Ponderada (TPPP) que se paga por captarlas. Sin embargo, estos depósitos al no poder transformarse en activos por la obligatoriedad de mantenerlas como reservas generan una pérdida económica para el intermediario en el diferencial entre la Tasa Activa Promedio Ponderada que deja de percibirse y la TPPP.


Es decir, mientras se pagan intereses por el 100% de los recursos captados, se cobran intereses por los préstamos en un porcentaje de lo captado igual a 1-TE, donde TE es la tasa de encaje, por ejemplo si esta fuera del 10%, los intereses pagados por los depósitos se harían sobre el 100% de los recursos, mientras que los intereses cobrados sobre los préstamos se calcularían sobre el 90%, empujando de este modo a aumentar las tasas de cobro por los préstamos o reducir las tasas pagadas por los depósitos, veámoslo en una hoja de balance de un intermediario financiero.

Si la tasa de encaje fuese de 10%, se estaría obligado a tener como reservas S/.100 de los S/.1,000 recibidos como depósitos, quedando S/.900 para transformarlos en préstamos. Supongamos ahora que la tasa que se paga por los depósitos es del 5% y la que se cobra por los préstamos es del 20%, bajo estas premisas el interés cobrado es de S/.180 (20% de 900) y el interés pagado es de S/.50 (5% de 1,000), con lo cuál las ganancias del intermediario serían de S/.180 – S/.50 = S/.130.

En esta situación supongamos ahora que el BCR sube su requerimiento de encaje al 15% y se mantienen las mismas tasas activas y pasivas del ejemplo anterior, bajo este escenario las utilidades del intermediario se reducirían a S/.120 (S/.170 – S/.50), en consecuencia, la única forma que tendría el banquero para mantener la misma utilidad conseguida con el encaje del 10%, es decir S/.130, sería por una de las siguientes dos vías o una combinación de ellas, aumentar su tasa activa o reducir su tasa pasiva.

El efecto contrario se produciría si la tasa de encaje se redujera, en el ejemplo el pasar de un encaje de 15% a 10%, es decir, el intermediario podría reducir su tasa activa o aumentar su tasa pasiva, siempre y cuando desee mantener su mismo nivel de utilidades de S/.120, caso contrario el menor encaje aumentaría las utilidades del intermediario a S/.130. Por tanto, el riesgo de la medida adoptada por el BCRP de exonerar el encaje de los fondos del exterior es precisamente que esta reducción no se traslade al mercado.


Publicado en la Revista Digital Estrategia & Finanzas de Caja Tacna en 09/2009
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miércoles, 6 de marzo de 2013

LA TASA DE INTERÉS DE POLÍTICA MONETARIA

En la reunión de Mayo el Directorio del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) decidió reducir por segunda vez y en forma consecutiva la tasa de interés de referencia de política monetaria en 100 Pb, cada 100 puntos base (Pb) equivale a un punto porcentual, pasando del 5% al 4%, siendo la cuarta reducción sucesiva desde febrero de este año.

La macroeconomía nos enseña que la política económica (aquella acción deliberada en busca de objetivos económicos) goza de dos instrumentos básicos de gestión: La política monetaria y la política fiscal. La primera de ellas esta bajo la responsabilidad del BCRP y tiene como fin preservar la estabilidad de la moneda, aunque no es su único objetivo si es el principal por mandato constitucional. La política fiscal está en el ámbito del Gobierno Central y no es competencia del BCRP. El peor escenario para la estabilidad de la moneda es su desvalorización ante la inflación, por que un S/.1 pierde capacidad de compra cada vez que suben los precios (inflación), de allí la preocupación de mantener a la inflación en un nivel bajo y estable.

¿Que relación existe entre la tasa de interés de referencia del BCRP y la tasa de inflación?

Antes de responder averigüemos como se relaciona la tasa de interés de referencia de política monetaria con las tasas de interés de mercado para los depósitos (Pasivas) y para los préstamos (Activas). En primer lugar, las tasas activas y pasivas son determinadas por el mercado y nos la fija el BCRP, lo que no quiere decir que este no pueda influir en su determinación. Cuando un Banco Central de Reserva (BCR) fija una tasa de interés de política monetaria lo que esta diciendo es que hará todo lo que este a su alcance para dotar de fondos líquidos a los mercados con el fin de que ellos recojan su propósito. Es decir, si los mercados registrarán una tasa de interés mayor a la tasa de referencia del BCR, este aumentará la liquidez en los mercados para que las tasas de interés disminuyan y se acerquen a la tasa de referencia, si por el contrario, las tasas de mercado están por debajo de la tasa de referencia, el BCR extraerá la liquidez necesaria de los mercados para que escaseen los fondos y así empujar las tasas al alza.

En la práctica esto no es están sencillo, pues las tasas de interés de mercado no solo obedecen al exceso o escasez de fondos, sino también a la estructura de costos de los propios intermediarios financieros, a la liquidez de los activos y al riesgo implícito que conlleva cada uno de ellos. Pero que el BCR puede influir en las tasas de interés de mercado no queda la menor duda.

Quizás donde la influencia del BCR sobre las tasas de interés de mercado puede observarse con mayor nitidez es en las tasas de interés interbancarias, que son aquellas que se cobran entre bancos por operaciones de préstamos, que son de muy corto plazo, generalmente de un día para otro, y que reflejan la escasez o el exceso de reservas de los bancos. Es precisamente sobre este mercado en el que el BCR opera aumentando o disminuyendo la tasa de interés de fondos disponibles, y a partir de allí los bancos pueden desencadenar sus efectos en sus operaciones de más largo plazo, como sus préstamos hipotecarios o de consumo o hacia sus operaciones pasivas como los depósitos a plazos. Pero, ¿por qué el BCRP esta buscando orientar hacia abajo las tasas de interés de mercado al reducir aceleradamente su tasa de referencia?, la respuesta a esta y a la pregunta inicial es por qué desea influir en el nivel de actividad económica del país (PBI), una vez satisfecha su misión principal de defensa del valor de la moneda, al registrar la inflación un descenso con proyección a ubicarse dentro del rango meta del BCRP (entre el 1% y el 3%), lo que hace posible un descenso de la tasa de interés de referencia.

La explicación es la siguiente: cuando se tiene un nivel de inflación que se desea bajar los BCR suelen elevar su tasa de interés para que esta influya en la misma dirección en las tasas de interés de mercado, estas subas a su vez reducen el gasto o la demanda de los consumidores y de los inversionistas buscando presionar los precios hacia abajo, una vez alcanzado este objetivo no tiene mayor sentido mantener las tasas de interés elevadas. Esto es lo que exactamente esta haciendo el BCRP al reducir su tasa de referencia, además, que buscaría el efecto contrario, es decir, tasas de intereses bajas fomentarían el endeudamiento de los consumidores y de los inversionistas apalancando la actividad económica del país, venida a menos a consecuencia de la crisis financiera internacional.

¿Cuál es la magnitud y la velocidad del efecto traspaso (pass-through) de la tasa de interés de política monetaria hacia las tasas de mercado?

Frecuentemente se menciona al canal de la tasa de interés de mercado como un mecanismo de transmisión de política monetaria hacia el nivel de gasto y de producción deseados. Sin embargo, los BCR suelen utilizar, por las razones expuestas, a la tasa de interés interbancaria como meta operativa o mecanismo de su política monetaria, por lo que cabría preguntarse cuál es la magnitud, si la hubiera, de la influencia de la tasa interbancaria sobre el resto de tasas de interés de mercado. En diciembre del 2005, Erick Lahura profesor del departamento de economía de la PUCP presentó su trabajo “El efecto traspaso de la tasa de interés y la política monetaria en el Perú: 1995-2004”, en el que validó su hipótesis del efecto traspaso de la tasa de interés interbancaria a las tasas de interés de mercado, y en el que también certificó que la velocidad del ajuste de las tasas de interés de mercado era asimétrica, es decir, que ante una subida de la tasa interbancaria las tasas de interés activas se ajustan más rápido que las pasivas, mientras que ante una disminución de la tasa de interés interbancaria las tasas pasivas se acomodan de forma más rápida que las tasas activas. Por consiguiente, el profesor Lahura confirmó el efecto importante de la política monetaria en las tasas de interés de mercado, por lo que basándonos en su evidencia y en un contexto de estimulo monetario de disminuciones de la tasa de interés de referencia por parte del BCRP en lo que va del año, debería esperarse una velocidad mayor en la reducción de las tasas de interés pasivas frente a las tasas activas, y dentro de las primeras las de más corto plazo.

Publicado en la Revista Digital Estrategia & Finanzas de Caja Tacna en 05/2009

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