viernes, 22 de febrero de 2013

EL SISTEMA NERVIOSO ORGANIZACIONAL

Escuchaba al Dr. Marco Aurelio Denegri reflexionar acerca del porqué las mujeres sostienen que el sexo es más placentero cuando va acompañado del amor, hipótesis que no involucraría al hombre, quien al parecer no hace distingo entre el orgasmo (máxima expresión de placer) con o sin amor. Explicaba Denegri que en recientes investigaciones científicas el cerebro de la mujer – a diferencia del hombre - registraría una mayor capacidad de integración, no es que la mujer tuviese la voluntad de conjugar el sexo con amor, sino que al parecer tiene mejor conectadas sus neuronas o células nerviosas que hacen que el goce sexual sea más subliminal.

Sin embargo, esta sinergia conectiva no sólo se manifiesta en el sexo. En 1985 cuatro científicos de la universidad de California tomaron muestras del cerebro de Albert Einstein, y encontraron que tenía casi el doble de células gliales en la corteza parietal. Estas células producen mielina, que es una sustancia química que facilita la conexión eléctrica entre las neuronas. No es que Einstein fuera un genio por que tuviera un cerebro más grande, ni por que tuviera más neuronas, lo que sucedía es que al parecer las tenía mejor conectadas.

Resulta un tanto difícil de hallar el símil con el comportamiento de las empresas, pero estas tienen la capacidad de magnificar sus resultados a través de la conectividad entre sus órganos, como la inteligencia de Einstein o el goce sexual de las mujeres. El mejor catalizador del rendimiento de una organización empresarial es su propio sistema nervioso, que enlaza o relaciona a todas las áreas de la organización, y que debería transformar y no sólo transar valor, llevando la  información desde el lugar más recóndito de la empresa hacia el cerebro de la organización.

El sistema nervioso organizacional debería permitir actuar de inmediato como lo hace nuestro organismo a través de los reflejos ante una amenaza de golpe. Esta capacidad de reacción debería fluir por toda la organización como el torrente sanguíneo hace lo propio en nuestro sistema biológico. Sin embargo, así como se producen embolias al cerebro o al miocardio - que son manifestaciones de anomalías y que pueden causar la muerte -, las empresas también padecen de disfunciones, que podrían aumentar sus probabilidades de fracaso.

Aminorar la probabilidad de fracaso de una empresa dependerá de cómo construya su ventaja competitiva alrededor de su sistema nervioso organizacional, que se comportará como un sistema operativo base. A partir del cuál, la empresa ejecutará sus procesos con mayor eficacia, transformándola en una organización sin mayor papeleo, en la que el conocimiento fluya en todas las direcciones, en la que el compromiso del personal se manifieste en una mayor productividad, y en la que se busque – primordialmente - satisfacer las expectativas de los clientes.

Además, tener un sistema nervioso organizacional eficaz, permitirá monitorear en tiempo real las tendencias de ventas, los estados financieros pro-forma, el desagregado de gastos, las propuestas de inversión, las sugerencias del personal, el reclamo de clientes o cualquier indicio de negocios, y lo más importante, no sería sólo un simulador de tendencias, sino un simulador de sensibilidades de riesgos y oportunidades para la organización. No obstante, este sistema nervioso deberá ser necesariamente digital, si queremos que el conocimiento y la información se conviertan en una fuente real de ventaja competitiva.

Por último, el sistema nervioso organizacional no es incompatible con organizaciones públicas. Imagínese usted a un empleado del más bajo nivel jerárquico de cualquier entidad estatal recibiendo un correo electrónico del presidente de la república, instalándolo a elevar su productividad o felicitándolo por el logro de las metas de la nación, del que debería sentirse responsable y orgulloso. O cuando usted se encuentra a mil kilómetros fuera de casa y repentinamente le viene una dolencia que la hace acudir al hospital más cercano, y con sólo su documento de identidad puedan saber cuántos kilos pesó usted al nacer y que dolencias padece, además de que oportunidad tiene de salir de esa infructuosa situación.

Estoy seguro que usted sentiría que sus impuestos están generando verdadero valor. Sin embargo, este sistema nervioso no será eficiente, y mucho menos eficaz, si quienes tienen la responsabilidad de dirigir la organización – cualquiera fuera su tipo, estatal o privada - no sean capaces de reconfigurar y redefinir sus propios sistemas mentales.

Publicado en el Diario La Región el 19/02/2007
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