viernes, 22 de febrero de 2013

LA TASA DE INTERÉS REAL

Cuando usted compra una casa o un depósito a plazo fijo esta postergando su consumo actual por uno futuro, se está privando de consumir actualmente a costa de hacerlo mañana, este “sacrificio” exige que reciba alguna compensación, que para el caso de la vivienda se materializa cada vez que usted disfruta de su hogar a través del tiempo, en referencia al depósito de dinero el resarcimiento por el retraso del consumo viene dado por el pago de un interés, producto de aplicar una tasa de interés, en ambos activos usted ha realizado un aporte de recursos en el presente para obtener un beneficio en el futuro, es decir, ha realizado un acto de inversión, sin embargo, ambas inversiones no son iguales, lo que las diferencia es el grado de liquidez de sus activos, entendamos por liquidez la facilidad con la que un activo se convierte en dinero, la casa en sí misma es menos liquida que el depósito a plazo, debido a que resultará más complicado vender la vivienda que es un bien físico o real que exigir al intermediario financiero la devolución del dinero depositado. Por tanto, podemos concluir que cuando compramos una vivienda estamos realizando una inversión real frente a una inversión financiera cuando realizamos un depósito de dinero, no piense que lo tangible hace que una inversión sea real y por consiguiente lo que no se puede palpar debe ser una inversión financiera, nada más lejos de la realidad, sino observemos los mercados de metales como el oro, que son tangibles pero que jamás serán inversiones reales o físicas, es la liquidez y no lo tangible lo que las diferencia. 

Ocupémonos de la inversión financiera, hemos dicho que a esta se le exige una compensación o un interés, sin embargo, la exigencia de una tasa de interés debe compensar no solo el sacrificio de no consumir ahora, si no que por lo menos nos permita consumir lo mismo que cuando realizamos la inversión, a esto se le llama tasa de interés real, que puede representarse aproximadamente como:

Donde:
rn = Tasa de interés real en S/
in = Tasa de interés nominal en S/
π = Tasa de inflación

La tasa de interés real puede ser positiva o negativa, es positiva cuando la tasa de interés nominal es mayor a la tasa de inflación y es negativa cuando sucede lo inverso, si la tasa de interés real es positiva, el depósito de dinero puede comprar más bienes al final de la inversión que al inicio, beneficiando a su propietario, pero si es negativa el depósito al final comprará menos bienes que al inicio, perjudicando a su tenedor, por lo que el concepto de interés real es lo que ciertamente importa y es en función a ella sobre la que se toman decisiones. Si para un depositante, prestamista o agente superavitario le es conveniente afrontar tasas de intereses reales positivas, para un prestatario, deudor o agente deficitario no lo es, puesto que estaría devolviendo más bienes al final que al inicio del préstamo, en cambio, si le favorecería una tasa de interés real negativa puesto que devolvería menos bienes al final de los que le prestaron, esto es así, puesto que a diferencia del depositante, el prestatario o deudor adelanta el consumo en desmedro de su consumo futuro, por lo que le convendrá devolver menos bienes a futuro de lo que le prestaron cuando tomó la deuda, y esto solo se consigue con tasas de interés reales negativas. Es decir, tasas de interés reales negativas o tasas de interés reales cada vez menos positivas inducirán a los prestatarios a solicitar mayor endeudamiento.

En el marco de este análisis recientemente el Banco Central del Reserva del Perú (BCRP) ha reducido nuevamente su tasa de interés de referencia llevándola al nivel del 3%, desde un máximo del 6.5% a septiembre del 2008. Su decisión se sustenta en un indicador de inflación cada vez menor, de un 6.7% anualizada a diciembre del 2008 a un 4.2% a mayo de este año, sumada a su vez por una menor expectativa inflacionaria y a un menor ritmo de la actividad económica, lo que hace presumir que a fin de este año estaremos dentro del rango meta de inflación del BCRP entre el 1% y el 3%, definitivamente la tasa de interés real de referencia se esta haciendo cada vez menos positiva e incluso podría ser cero si adoptamos el valor superior del 3% del rango meta de inflación, con lo cuál estarían induciendo a un endeudamiento mayor, no se cree posible que la tasa de interés de referencia alcance tasas negativas, por que un costo demasiado barato del dinero generaría algún tipo de burbuja con consecuencias dañinas en su estallido, por lo que el Banco Central estaría por pausar su tasa de referencia alrededor de la meta del 2% de inflación.

Este mismo análisis podemos extenderlo a los depósitos o préstamos en moneda extranjera, sepamos que la tasa de interés real expresada en moneda nacional de un activo o pasivo en moneda extranjera esta influenciada además del efecto de la inflación por el efecto de la variación del tipo de cambio nominal, siendo su expresión aproximadamente la siguiente:

Donde:
rnx = Tasa de interés real valorada en S/.
ix   = Tasa de interés nominal en US$.
∂    = Tasa de apreciación o depreciación nominal de la moneda extranjera.
π   = Tasa de inflación

Supongamos que la tasa de inflación esperada (π ) sea relativamente baja y la tasa de interés en dólares ( ix ) se encuentre constante, en estas condiciones una apreciación (∂ ) de la moneda extranjera, es decir, más unidades monetarias por dólar encarecería la tasa de interés real esperada, con el consiguiente perjuicio para los prestatarios o deudores en moneda extranjera, el efecto sería el inverso si la moneda extranjera experimenta una depreciación, menos unidades monetarias doméstica por dólar, en este caso el deudor se beneficiaría al reducirse la tasa de interés real. Por consiguiente, cuando la tendencia es hacia una apreciación de la moneda nacional o a una depreciación nula o muy leve, existiría mayor incentivo a endeudarse en moneda extranjera al ser la tasa de interés real, en número de bienes, menor o al menos igual al final de la operación que al inicio.

Estadísticamente la moneda nacional mostró una tendencia depreciatoria en el segundo semestre del 2008 hasta febrero de este año, tendencia que se revirtió a partir del mes de marzo, llevando a muchos expertos a revisar sus pronósticos de tipo de cambio hacia la baja para fines de este año. Si a esto le agregamos que las tasas de interés en moneda extranjera se han venido reduciendo producto de tasas internacionales cada vez más bajas, no resultaría extraño un repunte en la demanda de créditos en moneda extranjera, por lo menos a plazos cortos. Por tanto, podríamos sospechar un mayor dinamismo en las colocaciones y una recomposición del portafolio de la cartera de préstamos, con cierto sesgo a las colocaciones en moneda extranjera por lo menos en las operaciones de corto plazo, sin embargo, no se cree posible que esto anule el impacto de un menor crecimiento económico sobre la cartera de créditos de los intermediarios financieros.

Publicado en la Revista Digital Estrategia & Finanzas de Caja Tacna en 06/2009
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